Adriano Rachele
Protectora y acogedora, como el nido al que siempre se desea volver. Rememora al pájaro más pequeño del mundo, del que toma el nombre, con un precioso perfil y muchas patas pequeñas que envuelven la luz central. Crea un juego de reflejos y sombras divertido y ensoñador para una habitación de colores y ecosostenible.