Exposición de Piranesi
Recta final de la exposición de la Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid sobre la obra Veduta de Roma de Piranesi.
Hasta el 13 de Julio, Sala de Exposiciones de Las Francesas.
Giambattista Piranesi (Venecia, 1720 - Roma, 1778) anticipó con sus grabados el papel de los arquitectos y diseñadores de la actualidad.
Los grabados de Piranesi, muchos de ellos de gran formato y ordenados en libros, se exportaron rápidamente a Inglaterra y otros países, a modo de souvenirs del Grand Tour, antecedente del moderno turismo cultural. Esas láminas influyeron en la arquitectura palaciega, especialmente en las casas campestres inglesas.
Muchas planchas del artista se siguieron imprimiendo hasta principios del siglo XIX en París; primero las explotó su hijo Francesco Piranesi y a su muerte pasaron al taller Firmin Didot. En 1839 estas matrices de cobre fueron adquiridas por emisarios del papa Gregorio XVI con destino a la Calcografia Camerale fundada por Clemente XII, antecesora de la actual Calcografia Nazionale de Roma, dependiente del Istituto Nazionale per la Grafica, donde aún se conservan.
Existen grabados de Piranesi en casi todas las bibliotecas antiguas de Europa. En España, destacan los fondos de la Biblioteca Nacional y del Museo de Bellas Artes de Valencia, que posee unas 880 estampas, casi todas adquiridas en el mismo siglo XVIII.
Importante destacar que en todas sus estampas, muchas de ellas desoladoras, describe pasajes de la vida cotidiana. De alguna forma, ante tal magnitud de decadencia, en sus resquicios emana la vida (tanto por la invasión del mundo vegetal como por el humano, como un acto de supervivencia).
Oportunidad de contemplar su obra, antesala de la fotografía, de las ruinas perennes, otras desaparecidas y otras fantaseadas que nos hace tomar conciencia de nuestro pasado.
Importante destacar que en todas sus estampas, muchas de ellas desoladoras, describe pasajes de la vida cotidiana. De alguna forma, ante tal magnitud de decadencia, en sus resquicios emana la vida (tanto por la invasión del mundo vegetal como por el humano, como un acto de supervivencia).
Oportunidad de contemplar su obra, antesala de la fotografía, de las ruinas perennes, otras desaparecidas y otras fantaseadas que nos hace tomar conciencia de nuestro pasado.